Las drogas psicodélicas, también conocidas como alucinógenos son sustancias que a nivel cerebral van a producir cambios en los sentidos de una persona. Una vez que son introducidas en el organismo van a alterar la liberación de serotonina, el neurotransmisor encargado de la percepción sensorial y que, a diferencia de los depresores y estimulantes, van a ocasionar ciertos cambios conductuales y alteraciones en el estado de ánimo.

Entre los más conocidos y elegidos por los usuarios se encuentran la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), psilocibina, anfetaminas alucinógenas, mezcalina, peyote, hongos, entre muchos otros, los cuales incluso, han sido utilizados a través de la historia para llevar rituales y procesos espirituales por diferentes culturas.

Hoy en día se han realizado estudios incluso para el manejo de ciertos trastornos mentales a través de estas sustancias, por ejemplo la depresión, sin embargo, hasta la fecha, hay mucha más evidencia e información científica que corrobora los riesgos de llevar a una adicción y los efectos secundarios y contraproducentes que puede provocar su consumo, sobre todo en situaciones donde no esté regulado por un especialista, y por lo que muchos profesionales de la salud mental, se han limitado a su prescripción.

Los efectos a corto plazo de este tipo de sustancias son los delirios y distorsiones en la percepción, algunos usuarios pueden experimentar exceso de pensamientos intensos, alteración en la noción del tiempo y agudizan la sensación de los sentidos, aunque se ha escuchado que no siempre son efectos agradables y que van a depender de muchos factores, individuales, tipo de sustancia y contexto de consumo.

A largo plazo, se han detectado efectos adversos en la salud de las personas, algunos relacionados directamente con su consumo, por ejemplo, un estado de ansiedad, miedo, alucinaciones y delirios por un tiempo prolongado o incluso permanente; y algunos otros puesto que los usuarios se ponen en situaciones de riesgo al consumirlas y tomando en cuenta que se encuentran fuera de la realidad, pueden provocar lesiones, agresiones y accidentes fatales.

 

Elaboró: Psic Catalina Alibeth Borges Ortiz

Dirección clínica Emotions Life Center.

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