Hambre emocional: ¿ la ansiedad puede alterar tu peso?

¡Bienvenid@ a nuestro especial de cuarentena! Como lo comentamos en el artículo anterior ( https://emotionslifecenter.com/2020/04/09/6-consejos-para-mantener-tu-salud-mental-en-tiempos-de-coronavirus/ ) ahora vamos a hablar de los trastornos alimenticios que pueden ser producidos por la ansiedad y el estrés. Vaya: que éste es un tema que aplica para cualquier momento de la vida, pero mencionarlo ahora es muy pertinente, ya que, justamente en estas semanas, todos estamos expuestos a sufrir un incremento en nuestros niveles de ansiedad a causa del encierro, el aislamiento, el estrés que nos puede generar la incertidumbre de no saber qué pasará y algunos otros factores derivados de esta situación. Por ahora, centrémonos en el hambre emocional. 

Empecemos por ahí: ¿a qué se refiere eso de “hambre emocional”? Bueno, es un aumento en el apetito que se da consecuentemente a una cuestión, ya sea personal o externa, que está afectando nuestra estabilidad emocional. Si tú también eres de los que, durante esta cuarentena, se ha visto tentado por la comida con más frecuencia de la que acostumbras, será mejor que sigas leyendo. 

Así como hay gente que utiliza el alcohol, drogas o juego como vía de escape, existe otro tipo de gente que se decanta por la comida; es una manera que tiene nuestro cerebro de liberar sustancias químicas que nos dan un fugaz pero certero sentimiento de felicidad o bienestar para encubrir durante poco tiempo un malestar emocional más grande. 

¿Cómo podemos distinguir el hambre “de verdad” de la emocional?

Bueno, la primera surge como mera necesidad: se ajusta a la demanda de nutrientes o energía que requiere nuestro cuerpo, según las actividades que realicemos. En cambio, la segunda no se sacia con comida, por más que consumamos, porque ésta no es una necesidad fisiológica, sino un asunto interno que nos genera un sentimiento negativo. 

¿Cómo podemos combatir el hambre emocional?

1.- Control. Lo mejor que podemos hacer es aprender a controlar nuestros impulsos: cuando llegue de nuevo el antojo, intentemos posponerlo; es probable que, si lo logramos, más tarde ese impulso desaparezca. 

2.- Hidratación. También es importante mantenernos bien hidratados, ya que a veces podemos confundir el hambre con la sed. 

3.- Distracción y recreación. Otra manera de hacerle frente es realizar actividades que te distraigan y te saquen un poco de la rutina. Leer, hacer un poco de ejercicio, ver películas o series, escuchar música y hasta hablar por teléfono. ¡Con esto, puedes ponerte creativo!

4.- Elige bien tus calorías. Alimentos procesados como la bollería industrial, el exceso de azúcar y las bebidas alcohólicas aportan mucha energía, pero pocos nutrientes. ¡Balancea tu dieta!

¿Qué te pareció? ¿Has sufrido de hambre emocional? Si es así, ¡intenta con estos consejos y verás como todo puede mejorar! De todas formas, recuerda que Emotions está siempre para ti. Mándanos un whatsapp aquí: https://wa.me/525617231238

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