Qué difícil es darle la importancia a la depresión; un tema tan de gravedad, cuando se escucha de manera constante y normalizado; pues cuántas veces no hemos oído frases como “ando depre”, “qué cansado/a estoy”, “qué difícil la vida”, “ya no aguanto más” “me quiero morir”, en fin… comentarios que ya no sabemos qué tanta realidad y riesgo impliquen, no sólo para la persona que lo menciona, sino para todo su alrededor.
Hay que enfatizar que la depresión es un trastorno de salud mental, caracterizado por una tristeza persistente y una falta de interés o placer al realizar ciertas actividades que antes eran satisfactorias; además de que puede alterar el sueño y el apetito y es frecuente el cansancio y la falta de concentración.
Dada esta descripción es entonces necesario poner atención y acción a las frases mencionadas al inicio, puesto que pueden ser verdaderamente y de manera más constante una causa incapacitante en los seres humanos, que además hoy en día nos vemos envueltos en las exigencias del “placer inmediato” y “felicidad” que nos presentan la sociedad, las redes sociales, las sustancias y conductas adictivas; que al ser confrontadas con las experiencias propias experiencias y vivencias resultan una realidad que frustra y da miedo por no alcanzar las expectativas que se nos presentan, del cómo se tendría que vivir, pensar y actuar.
Hoy en día, nadie se encuentra exento de un riesgo de padecer depresión, pues aunado a nuestros factores de riesgo internos, nos encontramos en una situación social que lo potencializa de manera importante, pues se han dado en los últimos años y derivado de una pandemia una serie de perdidas físicas, emocionales, sociales y económicas que no hemos podido manejar del todo y que suma factores para poder desencadenarla.
Aunado a lo anterior, podemos destacar que desafortunadamente aun en la actualidad, se piensa y se percibe a la depresión como un síntoma de debilidad y poca fuerza de voluntad, lo que hace muy complicado que quién la padece pueda vulnerarse y pedir ayuda y que cuando se pide, el cuadro y pronóstico muchas veces ya presenta muchas complejidades e invariablemente se requiere un trabajo multidisciplinario para poder abordarlo desde los 3 enfoques, físico, emocional social.
La depresión es una realidad preocupante que puede culminar hasta en un suicidio, pocas veces se observan claramente los síntomas y es por ello que es necesaria la atención y prevención de factores de riesgo para evitar su normalización y desencadenar una tragedia.
Referencias: